domingo, 16 de septiembre de 2012

Aires de Irlanda

Como algunos de vosotros ya sabéis, este verano hemos pasado unos días en Dublín (como dice Elvira Lindo, mi santo y yo).  Y no nos engañemos, una de las cosas más conocidas de esta bonita ciudad es la cerveza Guinness. 

Para ser sincera, os diré que a mi no me gusta, la encuentro demasiado amarga y casi masticable. Sin embargo, la receta que os traigo hoy, uno de cuyos ingredientes es la Guinness, es una de las mejores tartas de chocolate que he probado.



 Este verano la he hecho varias veces, y las opiniones han sido todas unánimes. ¡Buenísima!
Esta es la receta de The Hummingbird Backery.

  • Ingredientes:
                       250 ml de Guinness
                       250 g de mantequilla
                       80 g de cacao en polvo
                       400 g de azúcar
                       2 huevos
                       1 cucharadita de esencia de vainilla
                       140 ml de buttermilk
                       280 g de harina de repostería ( no bizcochona)
                       2 cucharaditas de bicarbonato
                       1/2 cucharadita de levadura

Para empezar preparamos la buttermilk (creo que en el Lidl venden, pero no en el de mi pueblo), añadimos a 140 ml de leche entera una cucharada de zumo de limón, esperamos 10 min. y ya está. 

Una vez hecho esto encendemos el horno a 180º para precalentarlo.

A continuación calentamos la mantequilla y la cerveza en un cazo hasta que la mantequilla esté totalmente disuelta.




Cuando esté lista la retiramos del fuego y en caliente añadimos el azúcar y el cacao.

En un bol mezclamos los huevos, la vainilla y la buttermilk y lo añadimos a la mezcla de la cerveza.

En un cuenco grande tamizamos el resto de ingredientes y añadimos poco a poco la mezcla líquida y la vamos integrando con las varillas.



Preparamos un molde de 23 cm, yo he mojado y estrujado un papel de horno, se queda muy blandito y es fácil de adaptar al molde (otro maravilloso truco del Chef Paco). Después he quitado el exceso de agua y lo he untado con un poco de aceite.



 Lo horneamos durante 45 min. más o menos. Una vez hecho lo dejamos reposar unos 10 min. dentro del molde y lo pasamos a una rejilla para enfriarlo.

Acabo de darme cuenta de que no tengo ninguna foto del bizcocho mondo y lirondo. La próxima vez que lo haga la pongo. Pero bueno, os lo podéis imaginar, negro, negro cual boca de lobo.

En cuanto al frosting (o sea, lo que lleva encima) me salgo un poco de la ortodoxia. Normalmente para esta tarta se hace con mantequilla y queso tipo Filadelfia, a mi no me gusta especialmente y a una de mis hijas nada. Así que, buceando por Internet encontré esta variante.


  • Frosting:
                      250 g de queso mascarpone
                      250 ml de nata líquida para montar
                      100 g de azúcar glass

Primero se bate el queso con el azúcar.




Y ahora viene el paso más delicado de todo el proceso. Hasta ahora no ha hecho falta ninguna máquina, pero en este último paso si. Si tenéis robot de cocina, usáis la varilla de montar. 

Ponemos la mezcla de queso y enchufamos el aparato. Añadimos la nata bien fría (con el chisme ya en marcha). En cuanto veamos que tiene la consistencia adecuada apagamos. 



Tarda muy poco, minuto y medio más o menos y es muy fácil que se corte.  La primera vez que la hice la tuve que repetir ¡tres veces! En el super me miraban raro, cada 10 minutos bajaba a por una tarrina de mascarpone.

Una vez conseguido decoramos la tarta, aquí la imaginación es libre. A mi me gusta así, como si fuera la espuma de la cerveza.




Espero que os haya gustado y nos vemos en la próxima.
Agur.




domingo, 9 de septiembre de 2012

Galletas para princesas (y príncipes)

¡Hola!, ya estoy otra vez por aquí. ¿Que tal ha ido el verano?

Por fin parece que se van los calores y es hora de volver a encender el horno. Aunque no he publicado nada, he hecho algunas cosas muy ricas que iré poniendo poco a poco. 

Para empezar y retomando mi última entrada, voy a explicar las galletas que hice para el no cumpleaños de mis hijas. Tanto la tarta como las galletas tuvieron éxito entre las seños, y especialmente a la Seño Begoña le gustaron las galletas. Así que aquí dejo la receta. Para ella y para todos los demás, of course.



Siempre que queramos decorar galletas deben ser de mantequilla para que aguanten bien el glaseado, esta receta es del libro The Primrose Bakery Book. Es una monería y solo por lo que decora en la cocina merece la pena comprarlo.


  • Ingredientes:
    • 85 g de mantequilla
    • 100 g de azúcar glass (si tienes thermomix, 20 s a velocidad 10)
    • 1 huevo
    • 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
    • 200 g de harina tamizada (mentira, como poco 230 g o más, si no, no hay quien lo amase)
    • 1/2 cucharadita de levadura
    • un pellizco de sal

Primero se bate la mantequilla con el azúcar. Yo primero pongo la mantequilla un minuto al micro a media potencia. Una vez mezcladas se añade el huevo y la vainilla y se bate bien.



Ahora, poco a poco vamos añadiendo la harina, la sal y la levadura y amasamos. En cuanto podamos manejarla con las manos sin que se pegue, la estiramos con el rodillo y cortamos las galletas. Las ponemos en una bandeja con papel de horno y las horneamos a 180º (hay que precalentar el horno primero) durante 10 min aproximadamente. Se hacen enseguida, así que no las perdáis de vista.




Cuando las sacamos del horno las dejamos reposar un par de minutos y las pasamos a una rejilla para que se enfríen.




  • Decoración:
He utilizado tres colores, así que he preparado tres glasas. lo he hecho así porque he utilizado glasa plebeya (no real) que es más fácil y no cuesta hacerla una por una. Para cada color lleva:   
             - 75 g de azúcar glass
             - una cucharada de agua templada
             - una gota de colorante

Se mezcla el azúcar con el agua, es mejor añadir el agua poco a poco, si queda muy espesa le añadimos un poco más de agua y listo. Cuando tiene la consistencia adecuada la teñimos y al bote (o a la manga, la pastelera no la del Mar Menor).


Una vez preparadas, pintamos los contornos y dejamos secar un poco. Un truco para que no se seque la glasa mientras paramos, es apoyar el extremo de la boquilla en un papel de cocina húmedo. Es lo que se ve en el fondo del vaso.


Finalmente rellenamos y dejamos secar. Si queremos poner algún adorno hay que hacerlo antes de que se sequen.

Et voilá!